jueves, 4 de junio de 2009

Siguiendo la pista a atxilipapu

Soy una de esas tantas personas que utiliza el transporte público para ir a trabajar,

Más de media hora paso todos los días en el transporte público metropolitano. Normalmente aprovecho esos minutos para relajar la mente y escuchar mi la música de mi nuevo iPod Touch, regalo de algún admirador o similar (jeje)

Pero ayer, no conseguí relajarme, tenía a mi lado a dos chicas hablando, si no recuerdo mal la palabra: “atxilipapu”. “Dios, dios ¡dios!” pensé, pero ¿qué es esto? ¿Hasta aquí ha llegado el tema?

Las dos chicas no sabían lo que era, ni quien era, - a mi amiga Mireia le suena a canción del verano, o un nuevo grupo musical, que, para promocionar su disco utiliza la red- aunque seamos sensatos, para eso se usa el myspace, ¿no? Soy bastante ignorante en cómo promocionar un grupo.

Las chicas, no hacían mas que teorizar y dar posibles razones de lo que sería, hablaban de un nuevo helado, de una nueva compañía aérea de bajo coste, de un nuevo programa de televisión... creo que de alguna de sus teorías ya no me acuerdo. Por que teníais que ver a las chicas… eran rubias, y con eso ya os lo digo todo, no? Yo no es que tenga prejuicios, los que me conocen saben que en el fondo soy rubia, pero es que estas eran de estereotipo totalmente. Gafas Ray-ban, el precioso Shoping de Carolina Herrera, y unos zapatos Gucci de los que no te pondrías ni para bajar a tirar la basura, probablemente todo comprado en el top manta de Plaza Catalunya en Barcelona (gangas reales señores y señoras, el bolso de tus sueños por 5€!!! Eso sí, hay que saber regatear…)

Pero lo primero que hice al llegar a casa, fue, en vez de tirarme en el sofá a ver la tele, fue sentarme delante del ordenador y buscar en el google (que lo sabe todo) la palabrita de marras. Una y otra vez salen teorías de qué es, para quien… y tengo la sensación de que –por el momento- Atxilipapu es lo que tu quieras, su utilidad es la que te de la gana, y lo vas a usar como te plazca.

Y por ahora, me he quedado igual que ellas, las rubias, igual de enganchada, contando los días que faltan hasta el 30 de junio para saber que es o quien es el Atxilipapu de marras.

Como no puede ser de otra manera seguiré atenta a las conversaciones ajenas del transporte público –esta mañana una madre aplicada le contaba a pleno pulmón un cuento a su hija… y sólo eran las 8 de la mañana- por si alguien sabe algo nuevo o hay alguna filtración.

Os mantendré informados, prometido.

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